Soñar...

Cuando soñamos, nos llenamos de ilusiones y con éllas, nos cargamos de vitalidad y entusiasmo. Los sueños nos permiten ver una nueva dimensión, la de las infinitas posibilidades que están ahí esperando por nosotros. Soñar revitaliza el alma porque nos rescata de la apatía rutinaria de una vida sin motivación. En cada uno de nosotros se esconde un niño dormido que podemos despertar, invitándole a que sueñe a ser grande, mejor, diferente; que sueñe y retome esas ilusiones perdidas que en su infancia eran su norte y dirección. Que vuelva a añorar tan intensamente esos sueños guardados y los revista de oportunidad. El tiempo es ahora, la ocasión es ésta, los sueños están ahí. Vamos tras ellos, hagámoslo realidad!!! Llenemos nuestro corazón de motivos y nuestro interior de proyectos; vamos a apasionarnos con nuestros sueños y definitivamente...a ponernos de "novios con la vida".