La vida...


Les comparto lo que escribí para leerse en la puesta en circulación de mi última novela: "de viaje por la vida":
La vida; un regalo de Dios que se inicia en el momento que nuestro corazón empieza a latir en el vientre materno.

De la mano con la vida, nos acompaña el tiempo, ese compañero inseparable que convertimos muchas veces en un enemigo porque nos dejamos esclavizar por él.

Vemos el reloj con más frecuencia que nuestro interior y estamos más conscientes de las horas que pasan que de nuestras emociones, sentimientos y anhelos. Asumimos que los años nos restan vida porque nos dejamos atrapar por el pesimismo y no nos regalamos la oportunidad de entender que cada día es un tramo importante de aprendizaje y crecimiento en este viaje que emprendimos al nacer.

¿Por qué temerle a la vejez, por qué huir de ella? ¿Acaso alguno de nosotros desea morir joven? La vejez debe ser el diploma que nos da la vida por habernos preocupados por ser y hacer; debe ser la síntesis de lo que hemos sido, el resultado de lo que hemos sembrado: el tiempo de cosecha. Debemos tener presente que mientras haya sueños y deseos de vivir, la vejez será una etapa más de la bendición hermosa que es ser.

Hoy te he querido invitar a acompañarme en este viaje porque quiero que por un momento te olvides de tus preocupaciones, de tus problemas e inquietudes. Es tiempo de viajar hacia tu interior, ese lugar tan desconocido y especial que raramente visitamos.

¿En qué kilómetro de tu viaje te encuentras? 22, 36, 44, 61, quizás 82. Un número no encierra nada, pero lo que significa para ti lo abarca todo. ¿Sientes que la vida se te escapa, que el tiempo está pasando de prisa o por el contrario has aprovechado el trayecto recorrido y estás contento con lo que has hecho hasta ahora y muy motivado por las cosas que planeas hacer?

¿Sabes verdaderamente quién eres? ¿Cuáles son tus sueños, tus metas, tus prioridades?

Los seres humanos andamos por la vida con un extraño a cuestas; nosotros mismos porque no nos detenemos. Ahora, hoy DETENTE!! Mírate y descubre todo lo que guardas en tu interior. valórate, ámate. Siéntete libre de ser tu mismo.

No le tengas miedo a tus sueños, a tus anhelos; convierte el miedo en un desafío no en un fantasma que te atormenta. Lucha por conquistar la esencia del ser humano que eres.

Si sientes que estás lleno de frustraciones, que las cosas no han salido como esperabas, piensa que sólo el que conoce el terreno sabe cuál es la ruta adecuada. Déjate guiar por quien te ha dado la oportunidad de vivir. No lo tengas arrinconado y olvidado porque sin El tu vida nunca tendrá verdadero sentido.

Aprovecha esta oportunidad, esta parada para decidir empezar a vivir. No postergues ilusiones, decisiones, ni sueños. Ahora es el momento de empezar a conocerte, de conocer a Dios, de ver la vida en su justa dimensión más allá de la vanidad, la moda; es el momento de preocuparte por
lo importante, trascendente y verdadero. Ten presente que lo único que te mantiene vivo, feliz y en paz son todas aquellas cosas intangibles, pero plenas: el amor, la amistad, los detalles, las palabras, los recuerdos y los sueños.



Una de las cosas que atormenta a los que no saben envejecer son las deudas consigo mismo y con los demás. No dejes para mañana decir un te quiero, ofrecer una rosa, dar un abrazo, regalar un perdón. No postergues el dar o darte una oportunidad. Trata de no incluir en tu vocabulario el verbo “debí” ni la expresión “si hubiese”. Hay tiempo, lo que falta es decisión, entonces actúa. Nunca es tarde para recomenzar, para intentar para luchar, para amar. Nunca es tarde para ser.

Todos estos pensamientos sueltos los he descubierto de la mano de Alejandro, Don Ernesto y Loly tres personajes especiales que me han hecho entonar un canto de agradecimiento al enseñarme a apreciar lo hermoso que es estar “de viaje por la vida”.

Este viaje al que te he invitado está llegando a su destino. Tu viaje, el que corresponde a tu vida, puede estar en un recomenzar si así lo decides.

Para saber hacia donde vas, debes saber donde estas.

Gracias por acompañarme, gracias por estar conmigo “de viaje por la vida”.

Comments

Anonymous said…
TIENES LA BENDICION DE LA PALABRA, HACES QUE NOSOTROS TUS LECTORES NOS REFLEJEMOS EN CADA UNO DE TUS LIBROS. QUE DIOS TE SIGA BENDICIENDO Y TE COLME DE SABIDURIA PARA QUE CONTINUES CON TU MISION EN EL MUNDO.

Popular posts from this blog

El amor...

De Viaje por la Vida

Rose Mary Cruz Mejía