Levantarse...

Cuando los niños empiezan a dar sus primeros pasos, tambalean y caen con regularidad...es parte del proceso de aprender a caminar.
¿Te imaginas que se llenaran de temor y no lo intentaran más? Se perderían la oportunidad de desarrollar esa capacidad.
En nuestra vida sigue pasando exactamente lo mismo: intentamos abrirnos nuevos caminos y a veces, tambaleamos y caemos. En otras intentamos conquistar un nuevo amor y...fallamos en el intento.
Todas las áreas de nuestra vida, donde queremos avanzar, donde nos rehusamos a mantenernos en la inercia corremos el riesgo de caer, de lastimarnos, de sufrir.
Pero ¿acaso no es mejor llorar por un intento que sufrir por un continuo "no atrevernos"?
Si queremos avanzar, lograr nuestras metas y sueños; necesariamente tenemos que preparar el corazón para el sufrimiento. Las lágrimas que se obtienen en el camino que busca la plenitud y los logros, sirven para ampliar nuestra visión sobre nuevas oportunidades.
Que ninguna decepción nos impida seguir adelante; que ningún obstáculo nos limite nuestro caminar. La satisfacción más grande que podemos experimentar no es no habernos caído, sino estar siempre prestos y listos para levantarnos y continuar.
Comments