Cuide nuestra esperanza Señor Presidente...

Soy orgullosamente dominicana; no pertenezco a ningún partido político sino a mi país, al cual amo entrañablemente.   Mi voto ha sido de diferentes colores, optando por lo que en cada momento he entendido como mejores opciones.

He creído y me han decepcionado en más de una oportunidad.  Por eso, ultimamente he ido a las elecciones más por compromiso cívico que por motivación real.

Sin embargo, han ido pasando los días y me he dado el permiso de volver a creer.  Creo Señor Presidente que usted gobernará para todos, que viene con una voluntad real de mejorar las cosas.

Por eso, porque me he atrevido a volver a esperar y confiar, quiero pedirle que respalde con hechos y acciones concretas  su slogan de campaña.

Me limito a recordarle algunas cosas que están mal y una de muchas que nunca se ha hecho:  Está mal la impunidad que impera de forma avasalladora y que incita a que se siga incurriendo en descarados actos de corrupción.  Hasta el desorden y la violacion en las leyes de  tránsito son un reflejo de que sabemos que no va a pasar nada, porque hay leyes, pero no consecuencias.

Recordarle que está mal la situación en los hospitales, en las escuelas.  Donde la falta de recursos se expresa en grandes limitaciones que repercuten  en la vida de los más pobres.  Está mal la inseguridad ciudadana; una policía, un ejército, unas fuerzas armadas que necesitan ser saneadas; reformadas. Esto entre muchas otras  cosas que confío  atenderá.

Pero, de manera puntual, quiero hablarle de “algo que nunca se ha hecho”:

Darle una respuesta efectiva a las enfermedades de alto costo, brindar a nivel de sistema no de ministerio, soluciones reales.  Nunca se ha incluido a enfermedades como la Esclerosis Múltiple, Artritis Reumatoidea, hepatitis C, en los renglones de asuntos importantes a resolver.  Lo que nunca se ha hecho es entender que la salud no es un favor, ni un privilegio de algunos, sino un derecho de todos,

Como voz de  los pacientes con esclerosis multiple, oro porque estos sean de los puntos que con  hechos y respuestas concretas usted rompa la inercia e imponga voluntades.

Sé que la situación económica es difícil...pero también sé que querer es poder y siento que usted quiere y por ende podrá con todo lo que esto implica.

Es un sueño que resurge, una esperanza que se levanta, una confianza que se entrega...

¡Cuide nuestra esperanza, preserve nuestra confianza Señor Presidente!