Romper el silencio

Guardar lo innecesario solo nos lleva a acumular desechos

¿Sabias que hay "desechos emocionales"? Sí, consiste en todos esos resentimientos  no resueltos que hemos acumulado y dejados "al tiempo".  Como si el tiempo tuviese un componente mágico que cure heridas y acorte distancias. 

Recordemos que el tiempo "pasa" y a veces "pesa" de tal manera que impide que se levanten los muros que fuimos construyendo  con la omisión de conversaciones necesarias y palabras atragantadas por el orgullo o el miedo.

Temer  perder algo o a alguien por decir lo que sentimos o pensamos es casi lo mismo que creer que no pasa nada cuando quizás está pasando todo.  El silencio no acalla las voces interiores, por el contrario, muchas veces hace que suba el volumen o que se transforme en estallido.

El malestar interior necesita airearse, salir y encontrarse con las palabras que generen puertas abiertas a diálogos que posibiliten nuevos espacios.

El mejor regalo que podemos dar y darnos, es sentarnos y reconocer lo que vamos sintiendo, necesitando y desde el respeto y el amor darnos la oportunidad de compartirlo con sinceridad.

Piensa por un momento ¿Qué quieres que pase con eso que sientes? ¿Qué necesitas para que suceda? ¿Quieres hacerte cargo y accionar en pro de ti mismo y los demás?

El mejor momento para hacer el abordaje, es el que estamos viviendo justo ahora