Un 2011 para amar...
Sí un 2011 para dedicarnos a amar:
- Lo que somos; descubriéndonos cada día y aprendiendo a valorarnos, entendiendo que podemos trabajar en la hermosa decisión de ser cada día mejores.
- A los que tenemos: nuestra familia y nuestros amigos porque son ese regalo invaluable con que Dios nos ha bendecido.
- A Dios: por ser nuestro Padre y creador, quien nos guía, sostiene y sustenta.
- A cada amanecer de este año porque se presenta como oportunidades de replantearnos, reenfocarnos, reinventarnos e ir tras nuestros sueños.
Disfrutemos y recibamos este año con el optimismo de quien está enfocado en sus sueños, comprometido con ellos y entusiasmado por la idea de trabajar para irlos haciendo realidad cada día.
Desterremos las expresiones fatalistas, los sentimientos derrotistas y asumamos la alegría de quien se deja desafiar por las dificultades, confrontar por las crisis y conquistar por sus sueños.
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